Escribe Juan José Morosoli en su cuento “La lluvia”: “Ver llover allí,
en aquella chacra, era una cosa que causabaplacer. Un placer tranquilo que aún me alegra…….. Me parecía
que el campo, el árbol y yo éramos felices de la misma manera: quedándonos
quietos y dejándonos penetrar por aquella música mansa y aquella lluvia lenta
que caía sin interrupción……. Al campo le nacía un sistema de venas. Mirando éste
recién comprendí el mapa con los azules nerviosos de sus ríos dibujados”