La cantidad de lluvia y la frecuencia de las mismas beneficiarán o dañarán las siembras y cosechas y el desarrollo normal de la vida silvestre de vegetales y animales. Muchos agricultores pierden dinero con los cultivos invernales por excesos de lluvias y pierden con los del verano, por falta de agua. También sucede a veces (como en este año), que las pérdidas en cultivos de verano son causadas por lluvias copiosas al momento de la cosecha (que ocurre en otoño).