Los nidos son lugares donde las
aves ponen e incuban los huevos y crían a sus pichones.
No son únicamente esas estructuras
conocidas por todos, realizadas a propósito con la finalidad antes mencionada.
Para algunas especies de aves, el nido es simplemente un hueco en el suelo, una
depresión en un terreno arenoso, o bien una cavidad originada accidentalmente
en un árbol al romperse una rama. Un nido puede ser un montículo de tierra y
restos vegetales en descomposición o un túnel excavado en la pared de una zanja
o barranco.
Diferentes tipos de nidos son
determinados por el tipo de ave y el ambiente que los rodea. Los nidos varían
en tamaño, forma y materiales. Para la construcción de los nidos
las aves primero eligen el lugar del emplazamiento, luego recolectan los
materiales y posteriormente –o simultáneamente- lo construyen.
De acuerdo con el ambiente que las
rodea y los elementos que consigan en su entorno, son diversos los materiales
que las aves utilizan en la realización de los nidos: barro, espigas de
gramíneas, espinas de coníferas, palos, ramitas, hojas, juncos, hierbas secas,
telas de arañas, trozos de cordeles, restos de papeles, pedazos de telas,
plumas, restos de piel, pelos, mechones de lana de oveja, crines, musgos,
líquenes y otros elementos que provea la naturaleza o las construcciones
humanas próximas.
En la mayoría de las especies de
aves es la hembra la que se encarga de toda o la mayor parte de la construcción
y el macho ayuda. Sin embargo hay algunas especies donde el macho se ocupa de
casi toda la realización; incluso, hacer el nido, puede formar parte de la
demostración de cortejo.
Un nido con huevos o pichones en
su interior es riesgoso en la vida de un ave. Las pérdidas son muy comunes. Los
nidos y su contenido son víctimas de temporales y tormentas, accidentes y
ataques de depredadores (aves rapaces, mamíferos carnívoros, ofidios y
personas)
Muchas especies de aves esconden
sus nidos para protegerse de predadores. Pueden escoger sitios de emplazamiento
poco accesibles. Ubicarlos al ras del suelo, disimulados entre los pastizales
evita el daño ocasionado por los fuertes vientos y frena a algunos atacantes.
Camuflar los nidos utilizando materiales de formas y colores similares a los
del entorno también es un recurso usado por las aves. O bien, los dueños del
nido se muestran muy cuidadosos cuando se aproximan y alejan del nido de modo
que no revelen su localización.
Un ave no aprende cómo construir
su nido. Cuando hace su primer nido, ni siquiera ha visto otro igual. Cada
especie de ave tiene su propio diseño característico de nido que fabrica
variando a veces los materiales, según los elementos que encuentra en el
entorno. Para hacerlo no necesita planos de construcción, solamente el
instinto. Su manual de construcción es una especie de conocimiento innato que
denominamos instinto.
Muchas aves anidan cerca de las
construcciones humanas y muchos humanos estimulan a las aves a quedarse en sus
jardines ofreciéndoles cajas o casitas de anidación apropiadas.
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