Las gallinas son aves domésticas, no voladoras, criadas en gallineros, chacras, granjas y establecimientos avícolas, con fines productivos.
Como todas las aves, poseen: dos patas, cuerpo cubierto de plumas, un par de alas y pico en lugar de labios y dientes. El macho se llama gallo y las crías son los pollitos, que al crecer se denominan pollos y pollas.
En la Chacra Santa Lucía las
gallinas pasan el día en el corral, caminando, escarbando el suelo en busca de
gusanos, comiendo hierbas, rascando por aquí y por allá. Mientras picotean,
ingieren piedritas, granos de arena, que les ayudan a triturar la comida dentro
del estómago (la molleja) ya que carecen de dientes para masticar. En la noche
entran al gallinero, una especie de pajarera grande donde están
resguardadas.
En el gallinero tienen la ración
que las alimenta adecuadamente y agua fresca para beber. En unos estantes
ordenados hay nidos donde las gallinas ponen los huevos y a veces los incuban.
Algunas duermen en esos nidos de paja pero la mayoría prefiere descansar
guardando el equilibrio sobre unos listones de madera puestos a tal efecto.
Su alimentación es omnívora:
vegetales en forma de tallos, hojas y granos, restos de la
cocina como cáscaras de zanahorias y hojas de repollo, pequeños invertebrados y ración balanceada.
Las gallinas ponedoras ponen un
huevo cada día o cada dos días. Los huevos se recolectan para ser comidos por
los granjeros o vendidos para ser comercializados, en ferias, supermercados y
otros comercios de alimentos. Diversos comercios e industrias también compran huevos para elaborar alimentos.
Cuando el gallo fecunda a las
gallinas, ellas ponen huevos que pueden desarrollar embriones de pollitos. Se
dice que una gallina está clueca cuando se echa encima de los huevos fecundados
para incubarlos con el calor de su cuerpo emplumado. Transcurridas tres
semanas, los huevos eclosionan y nacen los pollitos.
Rápidamente aprenden a comer
solos, guiados por las madres gallinas, ellos también rascan el suelo buscando
gusanitos y picotean hierbas y granos de arena. En la Chacra se les suministra
una ración especial para favorecer su crecimiento. Aunque corretean libremente,
los pollitos siguen buscando refugio debajo de las alas de las madres, aún durante
un tiempo.
Los huevos tienen dos partes: la
yema y la clara. Cuando los pollitos se desarrollan dentro de los huevos, se
alimentan con la yema, mientras que la clara les sirve de reserva de agua.
Para hacer que nazcan muchos
pollitos, los productores ponen los huevos fecundados de las gallinas en una
incubadora eléctrica. En ese lugar especial los huevos reciben la misma
temperatura corporal que les darían las gallinas con sus plumas. Al cabo de 21
días, nacen los pollitos. El productor les da una ración especial, los cuida
desde el punto de vista del resguardo y del estado sanitario y los vende cuando
son pollos y pollas de entre tres y diez meses.
Para no perderte ninguna publicación, seguinos desde Facebook
No hay comentarios:
Publicar un comentario