…..”y ellos obedecen la ley del viento
y cumplen la tabla de los puntos cardinales” (César Rappalini)
y cumplen la tabla de los puntos cardinales” (César Rappalini)
Las aves son asiduos visitantes de
la Chacra y muchas tienen en ella su residencia permanente. Se las ve
diariamente, desde el amanecer hasta bien entrada la noche. Picoteando en los
senderos, posadas en postes y alambrados, buscando lombrices e insectos en la
huerta, sobrevolando los frutales para avistar frutas maduras, en el entorno
acuático del tajamar, en los techos y aleros de las casas, construyendo sus
nidos en los arbustos y árboles, volando en solitario o en bandadas sobre el
campo.
La observación de aves es una
actividad muy entretenida que puede realizarse en casi cualquier lugar y cualquier
hora del día, tanto en el campo como en la ciudad.
He aquí dos pájaros americanos,
habitantes de nuestro territorio: la calandria y el benteveo. Los vemos en la
Chacra y, prestando atención, también se pueden observar desde la ventana de
cualquier casa o apartamento, en un jardín, una plaza o un parque.
Las calandrias se desplazan sobre
la hierba buscando alimento, dando carreritas cortas, se posan sobre los techos
observando el entorno, a veces ariscas y otras veces confiadas, casi domésticas,
apenas precavidas. Tienen un canto melodioso y variado y la capacidad de imitar
el canto de otros pájaros (incluso de ciertas rapaces) y algunos sonidos
propios de animales mamíferos (un relincho, un balido) e incluso de objetos
inanimados (como un serrucho o una máquina) por el modo en que está dispuesta su
siringe.
Son aves residentes permanentes de nuestro país. Es frecuente su existencia en todo el territorio.
Miden aproximadamente 23 cm de
largo. Habitan en praderas abiertas, zonas de vegetación xerófila, pastizales
con árboles, lugares de árboles dispersos y próximos a las habitaciones humanas
(pueblos, ciudades) Se las puede ver en solitario, en parejas y en pequeños
grupos.
Los benteveos son más comunes. El
grito característico que emiten y sus colores vistosos, los han convertido en
aves reconocidas, incluso populares. Por la interpretación que han hecho las
personas de las tres notas principales de su silbido, también se les apoda
Bienteveos o Bichosfeos. Se les ve solos, en parejas o en pequeños grupos,
yendo de un árbol a otro en un montecito, entre el concierto de sus notas
sonoras y claras.
Se reproducen desde setiembre hasta marzo. El macho y la hembra forman pareja y ambos construyen el nido con materiales diversos: pastos, hojas, lanas, hilos, plásticos. La hembra pone en él 4 o 5 huevos.
Se reproducen desde setiembre hasta marzo. El macho y la hembra forman pareja y ambos construyen el nido con materiales diversos: pastos, hojas, lanas, hilos, plásticos. La hembra pone en él 4 o 5 huevos.
Los benteveos son omnívoros, su
alimento es muy variado: insectos, arañas, gusanos, caracoles, pececitos,
renacuajos, pequeñas culebras, lagartijas, ranitas y pichones de otras aves.
Gustan también de granos y frutas.
Miden entre 22 y 25 cm de largo.
Habitan en praderas, bañados, playas, jardines, bordes de montes ribereños,
orillas de ríos, arroyos y lagunas. También forman parte de su hábitat los
entornos donde viven los seres humanos
(ambientes antrópicos) Son básicamente residentes veraniegos en Uruguay
aunque pueden verse ejemplares fuera de la época de ocurrencia normal.
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