La biodiversidad está presente en
el mundo de los insectos. Cada uno ocupa su lugar en el ecosistema al que
pertenece y su presencia allí “tiene una razón de ser” Sin embargo, desde el
punto de vista humano, algunos insectos son molestos, inconvenientes o perjudiciales
y se les clasifica como dañinos, o no beneficiosos.
Entran en esta categoría: pulgas,
piojos, garrapatas, mosquitos, tábanos, jejenes, chinches, hormigas y todos los
fitófagos, o sea, los que se alimentan de materia vegetal perjudicando a la agricultura.
Algunos que no interactúan
directamente con las personas (no pican) pero su presencia está asociada a la
falta de higiene y a las posibilidades de contraer enfermedades al ingerir
alimentos en donde han estado presentes: moscas, moscones, cucarachas.
Los animales solamente pueden
llamarse perjudiciales y útiles cuando la clasificación se enfoca desde el
punto de vista de los intereses humanos. La gran mayoría de los insectos
considerados dañinos son fitófagos y provocan daños más o menos graves a la
agricultura, sea a las huertas o a los cultivos extensos, reducen la cantidad y
la calidad de las cosechas, y limitan la posibilidad de comercialización y de
transformación de los productos agrícolas. Etiquetados como dañinos para las
plantas: chinches, gorgojos, grillos, langostas, áfidos, algunas moscas y
algunos escarabajos, orugas, pulgones.
Se clasifican como beneficiosos:
los insectos que polinizan las plantas (abejas, abejorros, mariposas) los que producen
sustancias útiles para las personas (abejas, gusanos de seda) los que se
alimentan de otros insectos perjudiciales y actúan como control de plagas agrícolas
(mariquitas, algunas hormigas, mantis, avispas) los que se utilizan en
investigaciones científicas (mosca del vinagre o de la fruta)
Perjudiciales o beneficiosos,
ellos son únicos y asombrosos, en opinión de Laurence Mound y de muchos estudiosos de la
naturaleza:
“Los insectos son las criaturas más
logradas del reino animal. Se adaptan a todo, de manera sorprendente y viven en
todas partes, tanto a ras del suelo como en el aire y el agua. Su escaso tamaño
les permite introducirse en sitios mínimos y les basta con poco alimento para
vivir. Los insectos son invertebrados, lo cual quiere decir que a diferencia de
los mamíferos, peces, reptiles y aves, no tienen espina dorsal. Pertenecen al
grupo de los Artrópodos, es decir, que tienen un esqueleto externo que les
protege y patas articuladas . Sin embargo, los insectos son diferentes de los
demás artrópodos porque tienen seis patas. Muchos insectos tienen también alas.
En la actualidad se conocen más de un millón de clases o especies de insectos y
puede que se descubran muchas más aún”
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