Si está vivo, RESPIRA

En el día más apacible, cuando todo está quieto a nuestro alrededor, cada ser vivo está cumpliendo sus funciones vitales; nada está absolutamente calmo como simula estar...

La corriente interminable de energía que circula por el interior de cada célula vegetal y animal, de una célula a otra, de un organismo a otro organismo, es la esencia misma de la vida. La energía que reciben los seres vivos del ambiente, se transforma. Una de esas transformaciones ocurre durante el proceso de respiración celular.

El término RESPIRACIÓN se emplea con referencia a los procesos por los cuales las células animales y vegetales utilizan el oxígeno, producen dióxido de carbono y convierten la energía en formas biológicamente útiles. La función básica de la respiración es el intercambio de gases entre la célula y su medio.

El intercambio de gases es funcionalmente poco complicado en los pequeños animales acuáticos. El oxígeno disuelto en el agua en que viven se difunde hacia su interior, a la vez que circula en sentido opuesto de dentro afuera, el dióxido de carbono; así estos seres no necesitan un aparato respiratorio  especial. Es la llamada respiración DIRECTA.

En el curso de la evolución se hizo necesaria alguna forma de respiración INDIRECTA, a la que se dedicaran ciertos tejidos del organismo especializados en esta función. Para la respiración indirecta los peces, crustáceos y otros animales acuáticos crearon las branquias.

En tanto los vertebrados superiores, reptiles, aves y mamíferos, recurrieron a los pulmones.

Para el intercambio gaseoso, la lombriz de tierra se vale de su piel húmeda. En tanto los insectos están provistos de tubos traqueales, conductos que se ramifican por el organismo del animal a partir de poros abiertos al medio externo.

En la respiración indirecta se pueden distinguir: una fase interna y una fase externa. En la fase externa los gases se difunden desde el ambiente a la sangre circulante gracias a un órgano respiratorio especializado, como el pulmón de los mamíferos. En la fase interna ocurre el intercambio de gases entre la sangre y las células del organismo. Entre ambas fases los gases son acarreados por el sistema circulatorio.