Los niños que cursan
Cuarto año de Primaria tienen dos contenidos en su Programa Escolar - sectores
de la economía nacional y alimentación - que en la Chacra Educativa Santa Lucía
se experimentan elaborando queso.
Inicialmente, las
personas que vivían en las zonas rurales elaboraban quesos para conservar un
producto altamente perecedero como la leche, transformándolo en un alimento
duradero como el queso.
Si una familia - de
cuatro o cinco miembros - tiene
una vaca que da alrededor de veinte litros de leche diarios, podría consumir de
forma líquida apenas dos o tres litros por día, ¿qué haría con la leche
sobrante? La fabricación de quesos fue - y continúa siendo - una solución para
la sobre producción y almacenamiento de la leche. Además de darle valor
agregado a la materia prima leche.
Actualmente, aún
disponiendo de abundantes medios de conservación (heladeras, cámaras de frío,
transporte refrigerado, elaboración de diversos subproductos) la elaboración de
queso sigue siendo de utilidad para conservar los nutrientes de la leche.
Además, por tratarse de un alimento de uso muy extendido en la gastronomía por
su valor nutricional, su agradable sabor, y la facilidad de adaptación para
preparar diversos platos salados y dulces, la demanda de quesos en el Uruguay y en el mundo, es muy
grande.
Cuando en la Chacra se
elabora queso Danbo (denominación de origen) se toman las precauciones
necesarias para:
- Eliminar cualquier situación de riesgo de accidentes
- Mantener la higiene a lo largo de todo el proceso: manos, utensilios, recipientes, a fin de no contaminar el producto.
En una olla se
calientan varios litros de leche pasterizada. Cuando la leche alcanza la
temperatura adecuada se agregan en forma secuenciada el cuajo y el fermento.
Mientras un alumno lee la receta en voz alta, los demás intervienen por turno,
de uno a la vez, manteniendo una participación ordenada y cautelosa, bajo la
atenta mirada de todos los docentes reunidos.
El objetivo es transformar
un elemento líquido - leche - en un sólido - queso - siguiendo los pasos que en
la naturaleza ocurren espontáneamente en el estómago de los mamíferos por la
acción de los jugos gástricos. Es por ello que en la antigüedad, el cuajo
añadido a la leche, se obtenía del estómago de las crías jóvenes de los
animales domésticos. Hoy en día la síntesis del producto que cuaja la leche se
obtiene en laboratorio.
La leche es una mezcla
homogénea que está compuesta aproximadamente por 89 % de agua y un 11% de nutrientes disueltos. Para poder
separar esos sólidos (proteínas, lípidos y algunos glúcidos), con los que se
elaborará el queso, en la primera etapa del trabajo se incorpora el cuajo.
En el mismo momento se
agrega el fermento láctico, que luego del mes de maduración
permitirá obtener las características propias del queso Danbo.
El fermento está
constituido por bacterias en estado latente (“adormecidas”). Al introducirlas
en un ambiente adecuado, con nutrientes y temperatura apropiados, las bacterias
se activan, respiran, se alimentan, crecen, se multiplican y - en definitiva -
elaboran el queso. Incluso son las responsables de formar los “ojos” del queso,
por los gases producto de su respiración que quedan atrapado en la masa sólida.
Universalmente se
reconocen más de novecientos tipos de quesos, cuyas diferencias dependen de los
distintos fermentos utilizados en la producción.
El queso, producto
alimenticio proveniente de la parte sólida de la leche, aporta a la dieta
humana: proteínas, lípidos (grasas) glúcidos (carbohidratos) y sales.
La segunda etapa en la
que trabajan los “niños queseros” es el escurrido. La masa semi sólida se corta
con la cuchilla, se revuelve primero con la lira y luego con la cuchara y se
escurre. Se vuelca el contenido de la olla sobre un lienzo que reposa sobre un
recipiente adecuado, dejándolo colar durante un tiempo. Para hacer que el
líquido sea totalmente eliminado, se usa una prensa. El tiempo del prensado
determinará la consistencia del queso: más o menos firme. La pasta escurrida y
prensada se pone en un molde.
En la Chacra, el suero
escurrido, no se elimina, se da como alimento a los cerdos. Si una industria
láctea vertiera el suero en las cañerías, los nutrientes posteriormente se
descompondrían en el agua de los cursos naturales, contaminándolos.
La tercera y última
etapa de la producción, es el salado y maduración. Como la parte final puede
durar un mes o más, se continúa sin la presencia de los niños, que volverán a
ser protagonistas en el momento de la degustación. Para el salado se prepara
una salmuera cuya densidad de saturación se mide usando el densímetro. El queso
se coloca flotando en ella. La sal penetra en el queso y de él sale líquido. De
esta manera, la parte externa se seca formando la cáscara.
El queso se guarda en
un lugar apropiado, con la humedad y temperatura necesarias para su maduración,
por el tiempo que corresponda según la variedad; en este caso, el queso Danbo.
Nota: Todas las fotos del ganado fueron tomadas fuera de la Chacra
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