Viven de manera salvaje en la naturaleza. Se alimentan de larvas y gusanos terrestres, que encuentran pastoreando en la pradera o el humedal. Cazan invertebrados y peces que encuentran en el agua.
El nombre científico de los patos es Anas platyrhynchos. De esta especie original y silvestre, derivó la especie de los patos domésticos, de los cuales hay muchas razas domésticas criadas en corrales, campos alambrados e incluso jardines particulares.
Los patos domésticos comen ración, algunas verduras y frutas; aprecian especialmente la sandía.
Aunque son parecidos a los gansos y a los cisnes, no pertenecen a las mismas familias. A diferencia de estas aves, los patos silvestres y domésticos tienen cuellos más cortos, formas más redondeadas y son algo más chicos. Tienen picos aplanados, de puntas anchas. Los pies palmeados indican que son aves acuáticas.
En el otoño los patos empiezan los ritos de cortejo. El macho alardea con sus plumas para atraer a la hembra y esta elige un individuo sano y fuerte, que asegure el nacimiento de una camada de patitos sanos y vigorosos. Después de los apareamientos, que duran entre una y dos semanas, la hembra construye un nido de pastos secos. La hembra pone entre cinco y doce huevos. Los calienta (o empolla) durante 28 días.
Durante dos meses, las crías dependerán absolutamente de la madre para sobrevivir.
Los jóvenes patos estarán listos para volar transcurridas entre cinco y ocho semanas.
precioco
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