Como siempre nos sucede, en el verano extrañamos las voces y risas de los niños que concurren a la Chacra durante el año.
Esta situación nos permite realizar el mantenimiento del establecimiento, la preparación de materiales para acompañar el trabajo de los maestros y niños en el aula, acondicionar los canteros y realizar nuevas siembras y plantaciones.
Todas estas actividades, siempre están muy bien acompañadas de las deliciosas postales que la naturaleza nos regala y algunos ratos de saludable ocio al aire libre.
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