Le decimos chau al 2020. Y hola con muchas ilusiones al 2021.

Debajo de un árbol, creando, curioseando, soñando.

 “Iniciamos el blog hace… y hemos publicado…  posts. El impulso motivador fue y es continuar comunicándonos con los niños que visitan la Chacra Educativa Santa Lucía. Un establecimiento rural que desde sus orígenes tuvo un perfil definitivamente educativo.”

Con el párrafo anterior comenzábamos el último post  de hace algunos años, hoy releyendo y proyectándonos sentimos que estas palabras se ajustan muy bien a nuestro impulso motivador actual.

A la Chacra concurrían aproximadamente 8500 niños por año. Este año si contamos 500 quizás exageramos. Pero la comunicación con una gran cantidad de niños se mantuvo, generamos nuevos recursos, nuevas intervenciones y estamos contentos por ello. Creemos que en estos tiempos educar en la naturaleza se torna más vigente que nunca.

Arreando las ovejas a pastar a la pradera.

En la gallinero cosechando huevos.

En la huerta cosechando hortalizas.

En las moreras cosechando frutos.

Observando un insecto y acompañados por un adulto que guía las indagaciones.

Preparando los materiales para la siembra.

Por eso desde la Chacra continuaremos en nuestro camino, sin pausa, con la obligación de continuar generando nuevas estrategias y con la convicción de que los niños merecen conocer y disfrutar la naturaleza.

Contemplando el atardecer en las praderas de la Chacra.

De fiesta en el tajamar dándose un buen baño.

Creemos que aún con las restricciones actuales podemos y debemos aportar para “educar a los mejores para el mundo y no lo a los mejores del mundo”, parafraseando a Miguel  Ángel Santos Guerra en un conferencia brindada por él, en la ciudad de Montevideo en el año 2019.