Uruguay tiene ocho especies de
lechuzas distribuidas en todo el territorio.
En su mayoría son especies de
hábitos nocturnos, aunque hay algunas de hábitos diurnos.
Se alimentan de presas vivas, invertebrados,
roedores, reptiles, que consumen prácticamente enteras y luego forman un bolo
(egagrópilas) que regurgitan.
La lechucita de campo es un ave de
23 centímetros de longitud que habita en las praderas abiertas, praderas
arboladas y cercanías de caminos. Su mayor actividad se da durante el día
aunque es al atardecer cuando se muestra más activa.
Constantemente mueve la
cabeza hacia arriba y hacia abajo, o hacia ambos lados. Se desplaza con vuelos
breves cerca de la madriguera donde nidifica y se posa en postes y árboles del
entorno.
La cueva -que excavan juntos el
macho y la hembra, usando las patas y el pico- suele tener un metro y medio de
profundidad y unos veinte centímetros de diámetro.
La hembra pone de cuatro a seis huevos que luego incuba. Mientras la hembra incuba los huevos, el macho se encarga de alimentarla y de buscar alimento para sí mismo.
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