Breve guía aplicable a plantas de maceta, árboles y arbustos.
Primero elegimos el lugar teniendo en cuenta los requerimientos de la planta. Es preciso conocer qué tipo de suelos y luminosidad es el más adecuado. También es importante conocer el tamaño del ejemplar a transplantar cuando sea adulto, para saber qué espacio ocupará.
Luego de analizar la información sobre la especie a cultivar y seleccionar el lugar, cavamos un pozo el doble de la altura del recipiente dónde se encuentra la planta.
Una vez hecho el pozo, lo comenzamos a rellenar con compost, abono o suelo fértil dejando el espacio para colocar la planta con su terrón entero.
Cortamos el recipiente y colocamos la planta en el pozo casi relleno con ese nuevo sustrato. Realizando este procedimiento las raíces al crecer encontrarán un suelo suelto y con abundantes nutrientes.
Luego de colocar la planta, presionamos un poco entorno al tronco del árbol o arbusto para disminuir la cantidad de orificios con aire y asegurarnos que la planta no se tuerza. Con el suelo sobrante hacemos una pequeña elevación alrededor de la planta (a unos 30 cm del tronco) para que el agua del riego penetre lentamente hacia las raíces y no se escurra.
Los días siguientes es importante estar atentos, cuidar aparición de plagas (insectos, caracoles, hongos). El transplante genera estrés y rotura de algunas raíces y puede debilitar la planta momentáneamente. Por eso es importante seguir "mimándolo" hasta que veamos que retoma su crecimiento con normalidad.
¿Te animas a intentarlo?
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