Salimos a recorrer el área de la Chacra Santa Lucía y sus alrededores para darles testimonios en imágenes de lo que está ocurriendo aquí, en verano.
Abundan los pájaros y las aves acuáticas, tal vez animados en confianza por el acallado sonido de voces humanas y la ausencia de la algarabía de los niños.
Aprieta el calor, se enlentece el ritmo biológico, aumenta el silencio general y se advierten sonidos diferentes. A simple vista la naturaleza luce quieta aunque no lo está. Sutiles movimientos y sonidos de aves e insectos invaden las praderas, los montecitos, las zonas de tajamares.
Florecen muchos vegetales: malezas, plantas de jardín, algunos cultivos. Algunos con sus tenues tonos blancos, rosas, lilas y acallados amarillos. Otros, dando estridentes pinceladas de colores naranjos, rojos, potentes violetas y azules.
Se cosechan hortalizas y frutos estivales. Se prepara el suelo para nueva siembra.
Surgen sorpresas de verano en momentos y lugares insospechados
Se trabaja incansablemente para mantener, reparar, preparar, producir y crear. Sin prisa y sin pausa, aprontándose para la continuación y mejoramiento del Proyecto Educativo 2019.
Los responsables de la Chacra y sus docentes realizan talleres de actualización. Los trabajadores rurales se dedican a tareas de sus propias competencias.
¡Todos por un 2019 muy rico en realizaciones educativas!
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