Reproducción

¿Qué tienen en común: una planta de rabanito, una mariposa, una gramínea de la pradera, un ceibo y un gato?

Todos son seres con vida. Los llamados seres vivos. Algunas de sus características son:
a) el intercambio de materia y energía con el ambiente.

b) la reacción a los estímulos

Los seres vivientes nacen, se desarrollan mueren. La vida es un proceso de duración limitada. Los individuos que desaparecen deben ser sustituidos pues de otro modo, los organismos se extinguirían de la superficie del planeta

La función de reproducción impide que las especies de plantas y animales desaparezcan. 

¿Qué es la reproducción? Es el proceso por el cual unos seres vivos dan origen a otros nuevos de su especie, aumentando el número de individuos. Así como la respiración o la nutrición beneficia al individuo, la reproducción beneficia a la especie.

El aumento del número de individuos (población) fin principal de la reproducción, se consigue mediante dos procesos distintos: reproducción asexual (propagación) y reproducción sexual.

Veamos la reproducción en vegetales.

La reproducción asexual (mitosis) consiste en la división nuclear de células, distribuyendo la información en dos lotes distintos; y ofrece diferentes variantes. Tubérculos, bulbos, rizomas, pueden reproducir la planta con caracteres idénticos al progenitor (la llamada planta madre).

Células resistentes como las esporas, se desprenden de un individuo y se trasladan a otros lugares donde se desarrollarán para originar nuevos individuos.

El procedimiento de la reproducción sexual se encuentra en la mayoría de las plantas; es un proceso más extendido y más eficiente que el de la reproducción asexual.

Esta reproducción se manifiesta en plantas terrestres en diferentes medios y en ambientes acuáticos.

En las algas y las plantas inferiores de vida acuática, las células reproductivas (gametos) se mueven activamente en el medio líquido para encontrarse y unirse.

En musgos y helechos terrestres, los gametos masculinos se desplazan a través de gotas de lluvia, rocío o riego, con un desplazamiento que queda limitado a pocos centímetros.

En el resto de los demás vegetales terrestres el gameto femenino se encuentra protegido dentro de órganos especiales. Los gametos masculinos deberán ser transportados por el viento, el agua, o los animales hasta unirse y permitir la reproducción. Las formaciones especiales que protegen el gameto femenino constituyen la flor.

Entre los animales encontramos los más diversos sistemas de reproducción, tanto asexual como sexual. La reproducción asexual es menos frecuente que en las plantas y se produce fundamentalmente en animales primitivos e inferiores. A medida que se asciende en la escala animal aumenta la independencia entre el individuo y el medio para poder reproducirse. Por ejemplo una rana debe volver al agua para reproducirse, en cambio un reptil, un ave, o un mamífero pueden reproducirse en cualquier medio.

Como se dijo anteriormente la reproducción sexual consiste en la unión de dos gametos, uno femenino y otro masculino, producidos normalmente por individuos distintos de la misma especie. Por lo tanto el nuevo individuo cuenta con información procedente de de dos seres diferentes.

Si existe una característica de un sistema vivo calificada como “esencia de la vida” es la capacidad de reproducirse y perpetuar la especie. La supervivencia de las especies –vegetal y animal- requiere que cada uno de sus miembros se multiplique, que reproduzcan nuevos individuos. La capacidad de reproducirse permite sustituir los seres muertos por acción de depredadores, o por parásitos o por edad avanzada.