PINTANDO CON LA NATURALEZA

31 octubre, 2024

 

¡Hola a todos! Hoy les traemos un post a puro color, ya que les contaremos acerca de una clase que nos encanta realizar aquí en la chacra: pintando con pigmentos. Ya tenemos un post sobre esta clase, pero nos parecía una buena idea retomarlo y hacerlo un poco más detallado. Este es el post por si lo quieren visitar, tiene muchas imágenes sobre el proceso: Chacra Educativa Santa Lucía: ¡A todo color!

Antes de echar mano al asunto debemos contestar algunas preguntas: ¿Alguna vez se han preguntado de dónde provienen los maravillosos colores de las plantas? ¿Qué hace que algunas hojas sean verdes y algunos tomates rojos? Los pigmentos son los responsables de los muchos colores que vemos en la naturaleza.
¿Qué es un pigmento?

En biología, un pigmento es cualquier material coloreado que se encuentra en una célula vegetal o animal. Los pigmentos son los que le dan color a nuestra piel, cabello y ojos. También son los que colorean las plantas. Los pigmentos hacen que las cosas parezcan de ciertos colores porque absorben y reflejan diferentes longitudes de onda de la luz. Existen tres pigmentos principales que se encuentran en las plantas. Estos son las clorofilas, los carotenoides y los flavonoides. Para más información sobre los pigmentos y la luz les recomendamos el siguiente post: Chacra Educativa Santa Lucía: Una aventura colorida: Explorando los colores y sus secretos

Volviendo a los tipos de pigmentos que encontramos en las plantas, nos encontramos con los siguientes:

Clorofilas
Las moléculas de clorofila causan los colores verdes en las plantas.
Estas moléculas son fundamentales para el proceso de fotosíntesis. La clorofila absorbe la energía de la luz. Las plantas usan esta energía solar en forma de luz para convertir el dióxido de carbono y el agua en carbohidratos y oxígeno. 

Carotenoides
El verde no es el único color que pueden tener las plantas. ¡Las frutas, verduras y flores vienen en una amplia gama de colores!
Los colores amarillos, naranjas y rojos generalmente provienen de un grupo de pigmentos llamados carotenoides.
Un carotenoide común, el beta-caroteno, se encuentra en los girasoles. Esto produce los brillantes colores amarillos y naranjas que vemos en estas flores.
El beta-caroteno también es responsable del color naranja en las zanahorias y los zapallos.
Las hojas de otoño parecen rojas y amarillas porque los carotenoides se revelan cuando la clorofila se descompone en respuesta a la disminución de la luz solar.


Flor de taco de reina
Follaje de manzano en otoño

Flavonoides

Los flavonoides son una familia de compuestos que se encuentran en las plantas. Producen colores rojos, amarillos, azules y púrpuras. El tipo más usual de flavonoide es la antocianina.
El color rojo de las rosas, manzanas, cerezas y repollo colorado se debe a las antocianinas.

frutos de arazá
Inflorescencia de cardo de castilla
Se estarán preguntando a qué viene toda esta introducción y qué tiene que ver con el título del nuestro post. Pues bien, resulta que desde hace mucho tiempo el ser humano se dio cuenta que podía usar estos pigmentos biológicos para colorear y teñir telas, lanas y papeles. 
Ecoprint realizado en lienzo con marcela y cebolla
También utilizamos minerales para generar pinturas, pero en este post nos concentraremos en los pigmentos biológicos. Nos enfocaremos en los pigmentos que podemos encontrar en las plantas y cómo hacer para colorear con ellos.

Pasos para realizar esta actividad

Esta actividad tiene una primera parte que consiste, como se estarán imaginando, en salir a recolectar colores de la naturaleza. En la chacra salimos con los niños y unos canastos y comenzamos a observar posibles colores para recolectar. Algunos ejemplos que nunca fallan son flores de caléndulas (amarillas y naranjas), plantas de remolacha (hoja y raíz), hojas de acelga y perejil, así como cualquier flor de estación que tenga un color llamativo y haya en abundancia. Nunca está de más llevar un color que ellos elijan, aunque sepamos que quizás no vaya a funcionar bien. La prueba y error es parte del proceso de aprendizaje y quién sabe si no nos terminamos sorprendiendo con un color inesperado.

El siguiente paso consiste en volver con lo recolectado y agrupar los diferentes colores. Hecho esto, comenzamos a pintar con cada una de esas partes. Hay que explicarles a los niños que para extraer el color debemos apretar el material contra la hoja en blanco. De esta manera extraemos el líquido y por ende un poco de ese color que tienen adentro. Se pueden lograr dibujos maravillosos en esta primera parte.



El último paso consiste en extraer cada uno de estos pigmentos. Para esto colocamos en vasos una pequeña cantidad de lo recolectado. Podemos cortarlos un poco para facilitar la extracción. Debido a que los pigmentos de las plantas no suelen ser solubles en agua, al vaso debemos agregarle un poquito de alcohol, esto permitirá que los pigmentos se extraigan con mayor facilidad. Pero no piensen que termina aquí, ahora les toca a los niños trabajar con sus manitos. Usando morteros deben machacar estos materiales con alcohol, obteniendo así un líquido colorido. Para los morteros pueden utilizarse perfectamente cañas cortadas.

Finalizada la labor de los niños debemos separar los sólidos del líquido. Para esto podemos usar servilletas de cocina o filtros de café. Simplemente, utilizamos otros vasos para ir colocando en cada uno los colores de cada extracción. ¿Qué hacemos con esto? Usando algodón o pinceles tenemos los colores listos para volver a pintar.

Con esta actividad los niños trabajan muchas áreas del pensamiento, así como la motricidad. Deben identificar qué colores sirven recolectar y cuáles no, aprender a realizar la primera extracción con sus manos y usar la creatividad para estos primeros dibujos. En la siguiente parte volverán a usar sus manos para usar los morteros y observarán el resultado de ese trabajo, es muy emocionante para ellos (y para nosotros también) ver el intenso color que se puede obtener de la extracción de cada pigmento.

Repasando, los materiales necesarios son los siguientes:

    1. Materiales de la naturaleza (hojas, raíces, flores, etc.)


    2. Hojas blancas para cada niño.

    3. Vasos, en lo posible de vidrio o transparentes.

   4. Cañas cortadas o morteros.

   5. Papel de cocina o filtros de café. 

   6. Frascos para guardar los colores extraídos.

   7. Algodón o pinceles.

Esperemos que hayan disfrutado de este post y que sirva de inspiración para todos quienes nos leen y puedan animarse a realizar esta actividad. Es muy sencilla, puede hacerse con cualquier edad y ¡nunca falla! No duden en compartirnos sus produciones por mail chacrastlucia@gmail.com o instagram @chacraedu.santalucía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario