Las raíces: un universo oculto bajo el suelo

29 julio, 2025

 

¡Hola a todos y todas! Hoy nos detendremos un momento a observar una parte de las plantas que muchas veces pasa desapercibida por estar en el suelo, pero que es tan vital como los tallos, las hojas, las flores o los frutos: las raíces. Aunque no las veamos sin ellas, la gran mayoría de las plantas no podrían vivir. Además, ¿sabías que muchas raíces forman parte de nuestra alimentación diaria? Por ejemplo, cuando comemos zanahorias, remolachas, rábanos o jengibre, ¡estamos comiendo raíces! Estas plantas almacenan nutrientes en sus raíces, y por eso son tan nutritivas para nosotros. Así que si están listos nos adentraremos en este mundo subterráneo.

¿Para qué sirven las raíces?

Las raíces cumplen funciones esenciales para la vida de las plantas. No están ahí solo para sujetarlas: son estructuras activas, dinámicas, que interaccionan con el entorno y otros seres vivos.

               1. Anclan la planta al suelo: funcionan como un ancla, dando estabilidad                 para que la planta no se caiga con el viento o el peso de su propio tallo.                   Cada vez que tratás de arrancar una maleza y no podés, estás viendo en                 acción la función de anclaje de las raíces.

2. Absorben agua y minerales: las raíces exploran el suelo en busca de agua y nutrientes, que luego transportan hacia el tallo y las hojas.

3. Almacenan sustancias: muchas raíces guardan reservas de alimento, como azúcares y almidón, que serán utilizados por la planta cuando lo necesite

4. En algunos casos, intercambian gases o absorben humedad del aire: como ocurre con las raíces aéreas de algunas plantas tropicales.

5. Conducir el agua y los nutrientes desde el suelo y desde las reservas de almacenamiento hacia el tallo.

Aclaración: Las raíces son órganos muy importantes que cumplen una variedad de funciones, pero, contrariamente a la creencia popular, no todas las plantas tienen raíces. Las raíces están ausentes en algunas plantas, como ejemplo están los musgos.

¿Qué pasa con las raíces a medida que la planta crece?

El sistema radicular se vuelve más complejo a medida que la planta crece, pasando de una sola raíz en una plántula joven a un sistema masivo de raíces ramificadas, que en árboles grandes puede llegar a pesar muchos kilos. Durante todas las etapas del ciclo de vida de una planta, hay un equilibrio entre el sistema de raíces y el sistema aéreo (hojas, tallos, flores). El sistema radicular debe ser capaz de suministrar suficiente agua y minerales al sistema aéreo, y este último debe producir suficiente materia para mantener vivo el sistema radicular.

La zona de contacto entre la superficie de la raíz y el suelo se llama rizosfera. Esta región, de solo unos pocos milímetros de grosor, es muy interesante y única. Su química es compleja e incluye material orgánico, gases y nutrientes provenientes de las raíces. Como resultado, las bacterias y hongos que habitan cerca de las raíces son a menudo más ricos y diversos que los que viven en el suelo más alejado.

¿Sabías que no todas las raíces son iguales?

Existen distintos tipos de sistemas radiculares, es decir, diferentes formas en que las raíces se organizan según la planta y el ambiente en el que viven. Para conocerlas y estudiarlas mejor es habitual que los científico hagan clasificaciones. Dos categorías que se diferencian mucho dentro de los sistemas radiculares son: las fasiculadas y  las pivotantes. Se distinguen por la forma en que se desarrollan y por su apariencia. Clasificar los tipos de raíz es muy útil para los científicos que las estudian en profundidad.

  • Raíz pivotante (o principal)

Es una raíz gruesa que crece hacia abajo, de la que salen otras raíces más pequeñas (llamadas secundarias o laterales). Es muy común en plantas como la zanahoria, el rábano o el diente de león. Esta raíz puede penetrar profundamente el suelo.

  • Raíz fasciculada (o fibrosa)

Muchas gramíneas y plantas pequeñas de jardín, cuando se arrancan del suelo, traen consigo una gran cantidad de suelo adherido. Esto se debe a que este tipo de raíz consiste en varias raíces principales que se ramifican y forman un grupo denso de raíces. En lugar de una raíz principal, estas plantas tienen un conjunto de raíces finas, que se extienden en forma de red. Es el caso del pasto, el trigo o el maíz. Estas raíces no crecen tanto hacia abajo, sino que se ubican más cerca de la superficie del suelo.

Por último, existen unas raíces con funciones específicas que crecen en lugares inesperados, como desde el tallo o incluso desde las hojas, y son llamadas raíces adventicias.  A veces salen por encima del suelo, como ocurre en algunas plantas trepadoras.

🔍 Las diferencias en el diseño de los sistemas radiculares ayudan a las plantas a obtener agua y nutrientes y a lograr el sostén que la planta necesita en cada ambiente.

Desarrollo y crecimiento de la raíz

El desarrollo de las raíces comienza cuando germina una semilla. La primera parte que sale se llama radícula, y de ahí nace todo el sistema de raíces de la planta.


El extremo de cada raíz está protegido por una especie de “casco” llamado cofia o caliptra, que la protege del roce con el suelo mientras crece.

El crecimiento ocurre en tres zonas muy importantes:

        -Zona de división celular: donde se forman nuevas células. Está justo detrás del “casco” protector.
       -Zona de elongación: las células recién formadas se estiran y hacen que la raíz crezca en longitud.
      -Zona de maduración: aquí las células se especializan en diferentes funciones. Es donde aparecen los pelos absorbentes, que permiten a la raíz abosrver agua y nutrientes con más eficiencia.

¿Y cómo se adaptan a su ambiente?

Las raíces se desarrollan de distintas formas según el entorno donde vive la planta:

    -En zonas secas, las plantas tienden a tener raíces largas y profundas, para buscar agua lejos de la superficie.

   -En ambientes húmedos, las raíces suelen ser más superficiales, ya que el agua está disponible cerca del suelo.

  -Algunas plantas que viven en agua, como los manglares (que no se desarrollan en Uruguay, si en Brasil por ejemplo), desarrollan raíces respiratorias que salen del agua para tomar oxígeno. 

¿Cómo ayudan las raíces a cuidar el mundo que nos rodea?

Además de ser fundamentales para la vida de cada planta, las raíces cumplen un papel ecológico esencial en el funcionamiento de todo el ambiente. Una de sus funciones más importantes es la de proteger el suelo y evitar su erosión. Las raíces actúan como una “red subterránea” que sostiene y mantiene unidas las partículas de tierra. Gracias a ellas, el suelo no se desliza ni se pierde fácilmente con la lluvia o el viento. Si no existieran raíces, después de una tormenta fuerte, gran parte del suelo fértil sería arrastrado por el agua, dejando el suelo pobre y dificultando que otras plantas crezcan allí.


Por otro lado, las raíces ayudan a mejorar la estructura del suelo, creando túneles y espacios pequeños que facilitan que el agua y el aire lleguen a capas más profundas. Estos canales también son utilizados por insectos, lombrices y otros pequeños organismos que a su vez, ayudan a que el suelo sea más fértil y saludable. De esta manera, las raíces no solo benefician a la planta a la que pertenecen, sino que también contribuyen al bienestar de todo el ecosistema.

Además, en la rizosfera —la zona de contacto entre las raíces y el suelo— se desarrolla una enorme diversidad de microorganismos como bacterias y hongos que viven en simbiosis con las raíces. Algunos de estos microorganismos ayudan a las plantas a obtener nutrientes del suelo y otros protegen a las raíces de enfermedades. Este “mundo invisible” es clave para la salud de las plantas y del suelo en general.

Si agrandas la imagen observarás unas "pelotitas blancas", esa estrutura la produce la raiz para albergar bacterias que le son favorables porque le aportarán aún más nutrientes.

En resumen, las raíces son mucho más que un sostén para las plantas: cuidan el suelo, lo mantienen fértil, permiten la vida de muchos otros organismos y ayudan a que los ecosistemas se mantengan sanos y equilibrados. 

¡Por eso, aunque no las veamos, las raíces son protagonistas silenciosas de la vida en la naturaleza!

Te invitamos a observar y dibujar raíces. Registrar con dibujos ayuda mucho a observar de forma más profunda y detenida. 


Si quieres nos puedes compartir tus ilustraciones a @chacraedu.santalucia

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