Hace una semana, aquí en la chacra, nació la primer camada de cerditos de esta primavera.
En el idioma español al cerdo se le llama
de varias maneras dependiendo de la región: puerco, cochino, marrano, chancho. Porcicultura
o suinicultura es la terminología empleada para referirse a la crianza de
cerdos. Lechón es el cerdo pequeño que aún se alimenta mamando. Piara es un
grupo de cerdos.
Los cerdos crecen y maduran con rapidez,
tienen un período de gestación de 114 días y pueden tener camadas muy
numerosas.
A las tres semanas de nacidos los cerditos
empiezan a interactuar jugando con otros miembros de su comunidad.
La lactancia se prolonga durante 60 días, a
partir de ese momento los lechones ya están aptos para independizarse de la
alimentación materna si se les da una ración balanceada además del pastoreo de
forraje.
Los cerdos son animales omnívoros, en las
granjas se les alimenta con una gran variedad de vegetales, restos orgánicos
que contengan proteínas, raciones balanceadas, incluso carne picada.
En la Chacra Santa Lucía los cerdos
diariamente consumen semitín o afrechillo de trigo una vez al día. En el caso
de las cerdas, la cantidad de alimento que se les da varía según la etapa reproductiva en que se
encuentran. En los últimos días de gestación y durante la lactancia, se le
aumenta la cantidad de alimento.
Al macho y a las cerdas que no están
gestando o están en períodos tempranos de la gestación, se les da menos
cantidad de semitín o afrechillo, ya que viven sueltos en la pradera y ellos
mismos se proveen del alimento necesario, pastando.
En la Chacra Santa Lucía se crían cerdos
para la alimentación humana. Se utiliza la carne y se elaboran productos tales
como: chorizo, morcilla, panceta. Otros productos elaborados del cerdo son:
mortadela, jamón, salchichón, salchicha, butifarra, paté, paleta, lomito.
Adaptado para la producción de carne (y
subproductos derivados) del cerdo también se aprovecha la piel –o cuero- para
fabricar valijas, calzado, guantes; y las cerdas –o pelos- para elaborar
cepillos.
Al igual que los perros y los gatos, los
cerdos no tienen glándulas sudoríparas y para mantenerse frescos en las épocas
de calor, ellos suelen mojarse
y embarrarse. Revolcarse en el
barro contribuye a eliminar los parásitos y demás agentes infecciosos alojados
sobre la piel. Esa actividad de su higiene es mal vista por las personas que la
asocian a la suciedad. Y aunque el cerdo es uno de los animales más limpios de
la Chacra, la gente usa la palabra “cerdo”, o “chancho”, peyorativamente, en
referencia a personas descuidadas de su aseo personal.
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